Un juez canadiense condenó este jueves a cadena perpetua a Jeremy Skibicki por el asesinato de cuatro mujeres indígenas en el oeste del país, en un caso que ha sido calificado como “emblemático” de la violencia que sufren las aborígenes en Canadá.
El juez Glenn Joyal determinó que Skibicki, de 37 años, es penalmente responsable del asesinato de Morgan Harris, de 39 años; Marcedes Myran, de 26 años, y Rebecca Contois, de 24 años, así como de una cuarta mujer sin identificar y que la comunidad indígena ha nombrado Mujer Búfalo.
Las cuatro mujeres eran personas sin techo que se encontraban en una situación de extrema vulnerabilidad.
Durante su juicio, celebrado en la ciudad de Winnipeg, Skibicki reconoció que había asesinado a las cuatro mujeres entre marzo y mayo de 2022, pero sus abogados alegaron que no era penalmente responsable por sufrir trastornos mentales, defensa que el juez rechazó.
Confesó que practica necrofilia
Skibicki también reconoció que practicó necrofilia con los cuerpos sin vida de sus víctimas.
El caso ganó notoriedad cuando el ayuntamiento de Winnipeg y el Gobierno de la provincia de Manitoba se negaron a realizar la búsqueda de los cuerpos de tres de las mujeres, que fueron desmembrados por Skibicki y arrojados a un basurero.
Solo cuando el Partido Conservador de la provincia de Manitoba perdió las elecciones el año pasado, el nuevo Gobierno, que por primera vez está encabezado por un indígena, Wab Kinew, aprobó la búsqueda de los restos de las víctimas en el basurero, labores que se iniciarán a finales de este año.
Tras la sentencia, las familias de las víctimas expresaron su satisfacción con la decisión judicial y declararon que “se ha hecho justicia”.